Entre constancia y pasión
marzo 24 de 2015
por Paula Andrea Gaviria

Comparte:
Fotografías: Alejandra Cardona Moreno
Sábado 14 de marzo, 2015: lanzamiento de un talento quindiano, dueño de unas “Palabras de amor” pronunciadas por cientos de personas. Cantante, mucho más: artista. Ya dije quindiano, mejor dicho: de Génova. Responsable y sentimental, mejor dicho: papá. Y eso sí, Roberto Munard es un “bacán”, mejor dicho: pocos le dan una entrevista a alguien que le llega el día de su lanzamiento media hora después de lo acordado, por motivos administrativos… de tiempo.
Cuando llego al Centro de Convenciones de Armenia, con mi problema administrativo y mi “profesionalismo” en entredicho, estaba ya en su prueba de sonido. Eran como las 5:30 p.m., era tarde.
“Sí, hola, uno, dos…ummmm… dame más brillo aquí porfa… no, no, a mí no me pongan tanto coro… eeeeso, mejor… démosle con la banda…”
Después de dejarlo todo listo, como con un tacto de chef minimalista, y a pocos minutos de ser conocido “una vez más” por mucho más de lo que él se imagina, baja del escenario y me dice que sí, que en el camerino. Afuera comenzaba la prueba de sonido de una de las bandas teloneras de la noche, entonces mira hacia la puerta: “perdón, sí… eso, cerremos acá para que no…”
Hablemos un poco de lo que es “Una vez más”. Sabemos que es el sencillo de lanzamiento, ¿pero qué hay detrás?
Bueno, “Una vez más” es mi primer sencillo como solista. Digamos que esta canción ya la había escrito hace algunos años, pero este fue el mejor pretexto para sacarla al público en esta nueva etapa. “Una vez más” trata de cómo recuperar una relación que se ha perdido y que se sabe que todavía hay esperanzas. Sé que el mensaje es muy bonito y una de mis favoritas también.
Antes de lo que es Roberto Munard hoy, hay una larga trayectoria –proyectos como Arkano y Doble Vía. Cuéntenos un poco de qué se trató (esta etapa) y, sobre todo, qué significó en su carrera musical.
Significó todo, porque pienso yo que la evolución de un artista tiene que ser de esa forma ¿no? Todo artista empieza abajo, pienso yo, con sus ensayos, con sus preparativos para convertirse en un gran artista, esa es como mi intención. El proyecto como Arkano que nació en el 2005 fue muy importante, pues porque empezó a ser un sueño para mí y a tener metas a mediano y largo plazo. Ya luego cuando pasamos a ser Doble Vía, quisimos encaminar un poquito mejor el proyecto, y ahorita ya digamos que lo que estoy haciendo es más auténtico y más Roberto Munard en sí.
¿Qué es lo que más extraña de ellos?
No, no, realmente no es extrañar sino saber que fue un aporte, por lo menos de los muchachos en cada instrumento, que me hicieron a mi vida y a todo lo que he conseguido y lo que estoy consiguiendo en este momento. Entonces digamos que no es de extrañar sino ehhh… la palabra perfecta es como “evolución”.
No, es muy raro… es muy raro porque a veces las canciones llegan por sí solas. A veces hay una inspiración no solo mía sino de vivencias ajenas, por ejemplo familia, amigos. Entonces me gusta coger como todas esas historias, pero no todas son vivencias pues propias ¿no?, porque o si no (risas)… ya me hubiera cortado las venas. Casi todas las canciones son de desamor.
¿Pero son reales o tienen un poquito de ficción ahí?
No, reales… casi siempre.
En todo este proceso, tan lleno de matices, ¿qué es en lo que más se enfoca en la parte de producción de un disco o de un sencillo?
No, lo más importante para mí es la canción. Sabemos que una canción puede hacer muchas cosas, lo he vivido con “Palabras de amor”, que por esa canción no hemos hecho absolutamente nada y esa canción se fue sola, inclusive la siguen dedicando, se siguen casando, ennoviando con esta canción. Entonces digamos que me fijo es en eso, que la canción sea buena desde un principio, porque ninguna se ha arreglado en estudio, pues muy pocas veces. La canción tiene que ser buena desde su gestación. Así que para mí es lo más importante en ese aspecto.
Y ya en el escenario ¿qué es lo más importante?
Ehh, sonar bien y mi voz… que suene bonito (risas), yo creo que es lo más importante.
¿Hay alguna diferencia en cantarle a un auditorio de cincuenta personas, por ejemplo, como lo vimos ayer en la Universidad del Quindío, a cantarle a uno de mil cuatrocientas o más personas, como probablemente lo veremos hoy? –Y aquí, casi que sin dejarme terminar la pregunta, contesta con una seguridad ineludible.
Realmente a mí no me importa. A mí no me importa, le he cantado a diez, le he cantado a cinco personas, le he cantado a una persona, le he cantado a… nueve mil personas. Y realmente es diferente un poquito en este caso porque digamos que es el final de una etapa y el principio de otra. Y para mí digamos que este concierto de hoy es el más importante que yo he hecho, no por la cantidad de personas, que sí son muchas, sino por lo que quiero mostrarles a los fans, a todas las personas que vienen a verme.
Y cuando está fuera de la tarima, ¿cómo es un día de Roberto Munard?
Con mi hija, con mi hija… eh, me gusta jugar fútbol también los fines de semana. Música cien por ciento, ensayo tres veces a la semana, si no estoy gestionando algún concierto, alguna grabación, algo… pero tiene que ver siempre con música, siempre, desde que me levanto hasta que me acuesto.
Cuando le dije que iba a empezar “una rondita de preguntas indiscretas”, me confesó algo que quizá todo hombre hace o desearía hacer, pero que tendré la generosidad de no transcribir porque “no, no, mentira… ay, ¿eso está grabando? No, no grabe, no grabe (risas)”.
¿Casado, soltero…?
Ehhh… novia.
¿Tiempo (de noviazgo)?
Poquito tiempo.
¿Algo más que nos quiera contar acerca de lo que se viene para Roberto Munard?
Bueno, pues ahorita el sencillo, lo que vamos a hacer es ver un presente aquí y el 24 de abril estoy viajando a Los Ángeles a terminar de grabar el álbum y a grabar el videoclip de “Una vez más”, y tengo un lanzamiento como el de hoy allá en la colonia chilena y colombiana. Y luego Chile en Junio, ese es el pensado, Chile, y después no sé, ¡lo que se venga!.. Volver a tocar acá en Armenia, es lo que más me gusta.
¿Cómo se define en una palabra?
¿En una palabra? Uyyy, eso es muy difícil… eeeehhh: “constante”.
Cantautor, quindiano, amigo, amante, romántico, padre: artista. Es quizá la noche más importante que Roberto ha tenido en lo que lleva de carrera profesional. Es una noche de grandes matices, entre ellos el adiós temporal al suelo cafetero y la bienvenida de lo que, al parecer, promete ser el inicio de una temporada cargada de retos y conquistas. El público lo espera con lo que quizá sea el mejor regalo para un músico como Roberto Munard: las constantes ganas que tienen de escucharlo y de cantar con él sus canciones.


¿Es más empirismo o hay algo de academia?
Sí, medio y medio. Yo creo que la tarima lo hace mucho como el artista. O sea, yo tengo amigos cantantes que han estudiado 25 años y se suben a una tarima y es muy diferente.
¿Cuántos años tiene?
Treinta (con un tono de treinta rotundo). Aparento 25 pero… no, todavía falta yo creo. No, de pronto más adelante se me empiece a ver la edad pero todavía no.
¿Cómo ha sido todo este proceso como solista? ¿Cuándo nace la idea?
Yo creo que el punto de quiebre fue… hay una casa disquera chilena que ahorita está radicada en Los Ángeles, que se interesaron en mi proyecto, pero me quisieron a mí como Roberto Munard. También sentía en el momento que Doble Vía venía un poquito abajo por circunstancias ajenas a lo musical, entonces decidí dar como el paso y meterme de lleno con VPL –que se llama la empresa que está radicada en Los Ángeles–, y yo creo que esta fue una puerta que se me abrió impresionante para todo mi proyecto.
Hablemos un poco de la parte creativa, ¿cómo surgen las canciones de Roberto Munard?