Mujeres, pelotas y fútbol
mayo 27 de 2014
por Cristina Dilaurentti

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Fotografía: Juan Pablo Mejía
Seguramente, al hablar de la relación de las mujeres con el fútbol por estas épocas de mundial, pensaremos en las espectaculares y despampanantes, Claudia Leitte y Jennifer López, o incluso en la misma Shakira, que por cierto, no tiene nada que envidiarles, quienes durante los últimos días han retumbado el planeta entero con sus hits para la más grande fiesta del balompié. Pero lo cierto es que ellas no son las únicas seguidoras de este deporte, millones de mujeres de diferentes nacionalidades sienten afición por la Copa Mundial de Fútbol. Sin embargo, en el ámbito de este deporte, el espectáculo mundialista y el machismo de nuestra sociedad, siguen desvalorizando el rol de las féminas, tratándolas como objetos sexuales y creando un imaginario erróneo de las fanáticas del deporte rey. Pero entonces, ¿cómo son verdaderamente las mujeres que aman el fútbol?
Para desgracia de muchas, asociamos el fútbol con aquellas voluptuosas mujeres que nos vendieron “Las monas del mundial” del canal CARACOL en 2010. Ahora por Brasil 2014, relacionamos a Adriana Lima, Alessandra Ambrossio, Isabeli Fontana, Ana Beatriz Barros o a la misma Gisselle Bundchen con fútbol. Pero lo cierto es que son muchas las mujeres, las que sin dejar de ser bellas, aman este deporte. Blancas, morenas, amarillas, indígenas, altas, bajitas, gorditas, delgadas, hetero, lesbianas, trans, todas ellas también se unen para celebrar la fiesta más importante del fútbol.
Por estos días, básicamente, nos podemos topar con 3 tipos de mujeres, las primeras, aquellas que por nada del mundo están interesadas en ver a “un montón de hombres corriendo como idiotas detrás de un balón”. No les gustan los deportes de contacto, y mucho menos, ver hombres sudando en una situación que no sea sexual. Piensan que hay cosas más importantes por las cuales preocuparse. Seguramente tienen razón, porque como diría Jorge Luis Borges, “el fútbol es universal porque la estupidez es universal”.
Las segundas, son aquellas que se desviven por ver a los más churros del mundial, esos sexies y musculosos hombres que hacen parte de las diferentes selecciones del mundo. Ven cualquier partido, pues para ellas, lo importante es “alimentar el ojo”, estas en particular son las famosas “falsas hinchas”, pues visten con la camisa de la selección, algunas parecen realmente interesadas en que gane su equipo de predilección, pero no entienden nada de futbol, o realmente muy poco. Las razones por las que esto ocurre pueden variar. Aparentemente, salir con una "estrella" enloquece a cualquiera, pero siendo sincera, muchas se ilusionan viendo a los encantadores futbolistas europeos, pero en la vida real, sus novios se parecen más a Higuita o al mismo "Tino" Asprilla.
Por último, tenemos a las verdaderas hinchas, las de corazón, las fervientes futboleras. Las que sin temor a ser mal llamadas “machorras” idolatran el fútbol casi tanto como a sus progenitores. Estas también recuerdan como si hubiera sido ayer, aquel 26 de junio de 1998, cuando Inglaterra impuso su 2-0 ante su similar de Colombia en la Copa del Mundo realizada en Francia, dejando por fuera de la competencia al cuadro cafetero. Aquel último partido que los colombianos disputamos dentro de un Mundial. Lo mejor de estas, es que vienen en cualquier presentación.
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Primero y quizá más importante tip: Mujeres, amen el fútbol o no, por favor, no le vayan a hacer el nudito atrás a la camisa de la selección, no sean mañes, guisas, lobas, grillas, entre otros calificativos que merecen.
1. Calm down and take it easy!: Cuando vean los partidos de las selecciones que apoyan, en especial los de Colombia, si ganan, tengan siempre presente: ganaron un solo partido, aún no son campeones. A menos que sea la semifinal, no diga “GANAMOS”. Es entendible su felicidad y orgullo patrio, pero recuerde que son varios partidos los que deben disputarse para empezar a jactarse de un triunfo magno. Celebre pero sin exagerar. Esta recomendación es aplicable a cualquier persona, sin importar su sexo, orientación sexual, estrato socioeconómico o nacionalidad.
2. Un partido de fútbol es para disfrutarlo: Disfrute el rato, recuerde que este espacio no es para hablar de penas, desgracias y desdichas. Enfoque toda su atención a lo que se muestra en pantalla. No haga comentarios tontos o no relacionados a lo que ve. Aprenda la dinámica de la actividad. Apasiónese con el juego, apréndase los nombres de los jugadores y en especial, sus jugadas, le aseguro que esto le ayudará a fortalecer su relación de pareja.
3. "El fútbol es simple, son los comentaristas los que lo complican", afirmaba la mamá de un amigo hace un par de días, pero estoy más que segura que son las mujeres las que lo tergiversamos. Si no sabe de fútbol no hable de él y mucho menos, lo publique en redes. No avergüence a sus congéneres que sí saben de lo que hablan, en cuanto a materia futbolística se refiere.
4. No pelee contra la corriente: Los hombres solo pueden atender a un proceso a la vez, así que no empiece a hacerle escenitas como: “¿El mundial o yo?”, seguramente, la respuesta no sea usted, pero empiece a compartir esos espacios, no hostigue la relación, si no quiere fútbol no lo vea, pero deje a su esposo, novio, amante o como le guste llamarlo, disfrutar de lo que tanto le apasiona. Va a tener que respetar esa norma intrínseca, a menos que se haga parte de su micro mundo futbolero. En caso contrario, hágase a la idea de que no va a tener ojos para mirarla, oídos para escucharla, ni mente para prestarle atención si su vocabulario no incluye términos como falta, penalti o gol.
5. Organice e infórmese sobre el calendario mundialista para que programe otras actividades en espacios que no interfieran con los partidos que su hombre quiere disfrutar, o simplemente, promueva los espacios compartidos aunque no le guste ver las transmisiones de fútbol, únase de vez en cuando.
6. No se trata de ser sumisas, recuerde que usted controla casi siempre en donde se quiere ir a cenar, que ver, que ponerse, a quien hablar, etc. Por estos días, dele gusto, déjelo disfrutar, que se reúna con amigos para que vean y respiren fútbol, con cerveza si así lo desean. Al fin y al cabo, el Mundial solo dura un mes, ni más ni menos y ocurre cada 4 años.
7. Las reuniones familiares están prohibidas por estos días: A menos que en la familia haya más futboleros y decidan organizarse para ver el partido correspondiente durante la reunión. Y, por supuesto, que los amigos no cuenten con la asistencia de su pareja a sus bodas, bautizos o primeras comuniones si estos coinciden con la semifinal o final del Mundial.
8. Tome las derrotas a su favor: No hay cosa que más enfade a un verdadero amante del fútbol que, cuando su selección va perdiendo o ha perdido, su pareja use expresiones del tipo “no es para tanto”, “seguro ganan”, “no te pongas así, porque no es el fin del mundo”, o similares. Si la Selección Colombia pierde, también es un motivo de consentimiento. Acompáñelo en su derrota, aproveche para consentirlo con algo especial. Es lo máximo porque uno gana muchos puntos. El secreto es huir cada vez que haya partido y estar pendiente del resultado. Si es favorable, a pasarla rico en pareja y si no, buscar plan para salir de casa.
Por último, bellas, para ustedes las que no disfrutan de un buen juego, recuerden que odiar el fútbol no las hará más intelectuales. Llamar "imbéciles" a quienes les gusta el fútbol no mejora la situación de ningún país. No es culpa del deporte que algunas personas se apendejen con él. Para todas las demás, recuerden, sea cual sea la razón por la que ven el mundial, por estas fechas, el fútbol se convierte en una extraña felación que nos da una excitante sensación de poder, posiblemente estés arrodillada, pero lo tienes donde debes, justo desde las pelotas.