Felinos, felinos, felinos. Incomprendidos y estigmatizados por siglos. Los gatos son seres enigmáticos y misteriosos. Son sinónimo de agilidad, astucia e inteligencia.

 

Lejos de todo mito u ovación, hay particularidades que debe tener en cuenta si decide adoptar uno como compañero de vida.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

1. Perderá todo su espacio personal

 

Para un gato usted es su mascota. Él posee toda la casa, su casa. Así que olvídese de que alguna vez su cama, su armario o su escritorio fueron solo suyos. Él necesitará tener todo para él y sus largas siestas diurnas. Espero que no le importe compartirlo.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

2. Sentirse observado u espiado

 

Los que tienen un felino en casa saben que cualquier actividad que se encuentren haciendo, llámese: bañarse, cocinar, estudiar, cambiar un bombillo y hasta hacer el amor -momento incómodo- es estrictamente supervisada por un gato. Esto se debe a que son curiosos por naturaleza -algunos más que otros-.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

3. No necesitará más una alarma para despertarse

 

Los días de llegar tarde al trabajo o universidad se terminarán. Con un gato, usted tendrá tiempo suficiente para arreglarse y, por supuesto, para alimentarlo. Su horario habitual es entre las 5:00 y 5:30 a.m. A esa hora es normal que sienta algo peludo en su cara o pecho, tal vez una pata o hasta un mordisco en su mejilla. Si usted es mujer, podría experimentar pequeños jalones de pelo. Pero una cosa es segura: se levanta o se levanta de su cama, él no descansará hasta conseguirlo. Primero tendrá que alimentarlo, luego podrá iniciar cómodamente su rutina diaria. Si a usted le cuesta madrugar, tómelo como un punto a su favor.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

4. Compañía

 

Generalmente a las mujeres solteronas o ancianas se les relaciona con muchos gatos. Los gatos son animales tranquilos, perfectos para una tarde en casa, una noche lluviosa, un chocolate caliente o un buen texto. Ellos ofrecen fidelidad y estarán siempre a su lado.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

5. Domingos de locha en casa

 

¿A quién no le gusta los domingos de pereza en cama? Un gato es perfecto para esa ardua tarea. Estará con usted todo el día, si así lo prefiere: durmiendo, viendo televisión o simplemente haciendo nada. Y lo mejor, no le importará si no se baña.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

6. Recibir regalos inusuales

 

Si un día al ponerse los zapatos encontró una cucaracha, un grillo o un ratón muerto, considérese afortunado. Su mascota le acaba de regalar un aperitivo para que sea consumido. La lógica de los gatos sugiere que usted no es más que un montón de huesos inservibles, incapaz de cazar su propia comida, es por eso que él siente la responsabilidad de alimentarlo y cazar para usted. Lo considera parte de su manada.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

7. Diversión con sus locuras

 

Pueden pasar minutos e incluso horas de juegos y diversión con su gato, siempre estará riendo con sus locuras (saltos, piruetas, mordiscos, cola entretenida). Eliminará todo el estrés del día y olvidará por un buen rato todos los problemas que lo aquejan. Es una excelente terapia.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

8. Encontrarlo dormido en todo lo que usted necesita

 

Cuando necesite su computador, celular, un documento importante o simplemente esté próximo a ponerse su conjunto de ropa favorito, ahí estará su gato. Son expertos en predecir lo que usted va a necesitar y no tienen ningún reparo en ir a dormir sobre eso.

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

 

9. Meterse en espacios reducidos

 

Son expertos en dormir en cajas, frascos, armarios y bolsos, entre otras cosas que tal vez no se imagina. Se sorprenderá de su flexibilidad y los encontrará en los lugares menos esperados.

 

 

Los gatos son mascotas maravillosas que lo harán pasar momentos felices. Con ellos estará lejos de aburrirse o caer en la monotonía.