Por el poder del prisma lunar, ¡transformación!
septiembre 25 de 2014
por Cristina Dilaurentti

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Ilustración: Juan S. Arciniegas
Durante nuestra infancia la televisión nos deleitó con un sinfín de caricaturas que nos llegaron a divertir bastante, algunas nos transportaron a universos dominados por animales con poderes extraordinarios, a mundos donde ciertos personajes intentaban día a día, “dominar el mundo”, otros, llenos de súper campeones, niños con cabeza de balón, gatos y perros parlantes, niños prodigio, insoportables hermanas menores o traviesos bebés. Algunos otros nos invitaron a soñar, a creer en los astros, la mitología, la cultura de un país, la moda e incluso, a pensar en la sexualidad.
Sin que lo supiéramos, series como las Guerreras Mágicas, los Caballeros del Zodiaco, Ranma ½ y otras tantas, lograron que nuestra niñez quedara marcada por momentos muy homosexuales. Yo sé que muchos de ustedes me van a decir que ahora hay cientos de miles de personajes LGBTI en el anime, pero sin duda alguna, hubo una serie en particular que habló abiertamente de temáticas gay y trans en diferentes partes del mundo, se trata de Sailor Moon, el dibujo animado más gay de la historia.
Hace 22 años, casi simultáneamente a su publicación en papel, se estrenó Sailor Moon, el anime que cuenta la historia de Serena Tsukino, una chica de secundaria que no le interesan los estudios. Esta chica descubre que es una poderosa sailor senshi, que debe derrotar a varios enemigos para salvar la tierra y a la princesa de la luna, todo en nombre del amor y la justicia. La serie fue doblada a 42 idiomas (hasta ahora el anime con mayor número de doblajes conocido) y emitida en alrededor de 80 países.
La historia de las sailor scouts que protegían el planeta Tierra, se hizo particularmente famosa por volver a popularizar el subgénero de las magical girls, que combinado con elementos sentai, consiguió la aceptación masiva entre el sector masculino, generalmente menos interesado en este tipo de historias. Su creadora, Naoko Takeuchi, fanática del sentai, halló su inspiración en elementos de la astronomía, la astrología, la mitología griega, la mitología romana, la geología, los temas elementales del Japón, la sexualidad, la moda adolescente y las travesuras de las colegialas.
El Negaverso y la negación.
Con seguridad, pocos, por la inocencia de la infancia y el escaso acompañamiento de los padres en temas de TV, se percataron de la carga homosexual de la serie, que causó varios problemas a la hora del doblaje, tanto en España como en Latinoamérica. Sería difícil detallar cada una de las referencias a la homosexualidad de Sailor Moon, pero a grandes rasgos se pueden mencionar algunas, incluso desde la primera temporada.
Sailor Moon apareció por primera vez, para defender al mundo del Negaverso, una organización criminal que le robaba su energía a los seres humanos. El Negaverso tenía cuatro grandes comandantes que dirigían las operaciones criminales, entre ellos Kalaberite y Malachite, el primero rubio y afeminado, el segundo de pelo blanco y muy masculino… Pero a pesar de las traducciones, pareja sentimental. En Latinoamérica, Kalaberite no fue hombre sino mujer. Y en España, los hicieron ver como sobrino y tío. Pero como sea, era amor fraternal.
¿Metamorfosis lunar o travestismo?
La serie también tuvo múltiples referencias al travestismo. Pero quizá el caso más contundente tiene que ver con Ojo de Pez, uno de los integrantes del Trío Amazonas, antagónicos pertenecientes a la cuarta temporada de la serie, cuando el Circo Dead Moon atacó la tierra para buscar al Pegaso que se había ocultado en el sueño de algún humano.
Fisheye era un joven de pelo azul, muy afeminado, a quien en principio los televidentes confundían con una mujer. Sin embargo, se trataba evidentemente de un hombre con características femeninas que atacaba a los humanos adquiriendo apariencia de mujer.
Vale la pena aclarar que Ojo de Pez se enamora de Darien, el amado de Serena, y que incluso alcanzó a robarle un beso, por lo que “sin querer queriendo”, la serie mostró un beso gay entre su protagonista masculino y otro hombre en la historia.
Haruka y Michiru, la leyenda de las guerreras lesbianas
La referencia más clara de homosexualismo en la serie, que ni la censura del doblaje pudo evitar, fue el amor que viven Sailor Urano y Sailor Neptuno, Haruka y Michiru. En la tercera temporada del anime, quizá la mejor de todas, aparecen estas 2 guerreras del sistema solar externo, quienes se demuestran a todo momento el amor que sienten la una por la otra.
Haruka, un poco masculina, despertó sentimientos encontrados en Serena y las demás sailor scout. Ella no perdía tiempo para coquetearles, sin duda era una casanova. A pesar de su apariencia masculina o de que Hotaru (Sailor Saturn), en el doblaje, la llamara Papá Haruka, Sailor Urano era mujer y siempre lo fue, así lo dejó claro la creadora de la serie, quien llegó a decir públicamente que las creó como una pareja lésbica.
En el manga, Darien tenía celos de Haruka mientras que Serena tenía celos de Michiru, por lo que Serena y Darien sufrieron varios malentendidos. En el anime, Darien no conoce mucho ni a Haruka ni a Michiru, pero Haruka seducía a casi todas las sailor scout.
La promesa de la rosa… ¿Analogía homosexual?
En la película Sailor Moon R La promesa de la rosa, cuando Serena tenía dudas sobre la relación de Darien y Fiore, Ami originalmente decía: "Darien es tan lindo que atrae hasta a los chicos". En cambio, en la versión latinoamericana, se suavizaron los diálogos por lo que se dijo: "Parece que Darien es un muchacho muy atractivo, ¿no lo creen?”.
¡Tierra tiembla!
Yo veía Sailor Moon con mis hermanas y no recuerdo que tuviésemos problema alguno con la relación de Haruka y Michiru, o el travestismo de los otros personajes, es más, era un factor al que ni atención le prestábamos, pues nos parecía algo natural. Cuando crecí me di cuenta de la censura en la serie y entendí que los japoneses nos llevan años de evolución en cuanto a la sexualidad y la identidad de género. Sailor Moon lleva casi 22 años de existencia mostrando la población LGBTI al mundo, como lo que realmente es, algo normal, que ni el manga o el anime se salva, algo que puede presentarse, sin importar qué clase de monstruo, extraterrestre o héroe sea.