El sexo secreto, el inhibidor de sentimientos
octubre 22 de 2014
por Cristina Dilaurentti

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Ilustración: Marlon Rodríguez
Cuando pienso en sexo secreto, lo primero que se me viene a la mente es la cantidad de gente que hay en el mundo disfrutando de una buena relación sexual con alguien de quien se avergüenzan ante sus amigos. Existe una infinidad de razones para que esto ocurra, puede ser que la persona no cumple con el “estándar” de belleza exigido por la sociedad, porque es un completo extraño (efectos del alcohol o la arrechera), es un fuckbuddy, o sea un amigo sexual, amante o tinieblo del que nadie se puede enterar, un amigo-vio, un plan b, o simplemente, la fantasía de turno. Pero, ¿qué pasa cuando es usted la persona con la que se comparte la intimidad y su compañero de cama se avergüenza de ello? De hecho, ¿tiene derecho a reclamar o debe “por obligación” conformarse con la situación?
Seguramente, el sexo secreto es la mayor expresión de la intimidad, dado que existe en su estado más puro y es libre de cualquier juicio externo, pero también es una forma de inhibir los sentimientos y desterrar por completo las emociones. Sin embargo, en este mismo orden de ideas, ¿es regla de oro no combinar sentimientos con orgasmos?, ¿qué pasa cuando la necesidad sobrepasa el placer sexual y se desea llenar otros ámbitos de la vida?
Ahora póngase en los zapatos del otro, ¿qué ocurre cuando está en frente de alguien “guapo” e interesante que le ofrece mal sexo, o por el contrario, existe alguien “feo” y hasta aburrido, que le brinda las mejores experiencias sexuales de su vida?, ¿pueden estas personas aspirar a ser algo más que el premio de consolación, “el plan b” o la fantasía “indeseable” de alguien?, ¿están condenadas a vivir en el anonimato, sin poder disfrutar de una relación plena?
Intente verle el lado bueno al sexo secreto o “casual”, como muchos dirían, puede mandar el reglamento al carajo, ese que dice que se debe tener sexo única y exclusivamente con la pareja de turno, con su futuro esposo, el padre de sus hijos o cualquier otro hombre después de la tercer cita, es sexo sin remordimientos. Otro punto a favor es que de entrada puede saber si es compatible sexualmente antes de considerar inmiscuir emociones en el asunto, así evita herir sentimientos propios y ajenos.
A la larga, los hombres siempre nos decepcionan, así que asegúrese de que, al menos, sean buenos follando. Si el despecho fue la principal razón para recurrir al sexo secreto es bueno tener siempre presente que los hombres son como una droga, a veces deprimen y a veces, nos suben a las nubes, aunque la mayor parte del tiempo pase lo primero. El sexo puede funcionar con alguien a quien no se quiere ni respeta y al que luego se le olvida, no obstante, estoy segura que algunas de las historias de amor más apasionadas de todos los tiempos iniciaron con un buen polvo en la primera cita. Esos encuentros podrían considerarse un corto pero intenso poema erótico, tal vez no sea una historia épica, pero no por eso deja de ser inolvidable.
Por último, el mico sabe muy bien a que palo se trepa, pero mejor aún, qué plátano se va a comer, así que no confunda las cosas, si es sexo, téngalo siempre presente, es solo eso. Recuerde que inmiscuir sentimientos con las relaciones sexuales es del siglo pasado, pero si por el contrario, desea una relación, no es recomendable iniciarla con sexo, aunque como lo he dicho anteriormente, sería bueno confirmar si es amor verdadero, follando como conejos.
Mientras tanto, unos prácticos tips que le ayudarán a disfrutar de estos momentos de exuberante placer.
1. Valórese, quiérase y siga con el juego: nunca dé prioridad a alguien que ni siquiera merece ser una opción, no sea ilusa, no baja la tapa del inodoro, mucho menos le va a bajar el cielo o las estrellas. Si la vaina no inició como una “relación seria”, no mendigue amor y mucho menos crea en falsas promesas. Valórese, siga con el juego, pero mucho ojo con quemarse, por desgracia, aún no podemos desligar el sexo de los sentimientos, pero por lo menos, inténtenlo.
2. “Amor eterno e inolvidable”: nunca confunda a alguien con un buen pene, con alguien de buen corazón: créame, en el sexo casual todo se ve, hasta promesas de “amor eterno e inolvidable”, sin embargo, buen sexo no significa felicidad, bueno, esta es momentánea.
3. Ahorrar tiempo: nunca digan que nos quieren, dígannos para qué y nos ahorramos tiempo: siempre a lo que es, no le dé vueltas al asunto, sexo es sexo y este por lo menos, no es por amor. Esto no es motivo de penas y desdichas, algunas personas nacieron para ser felices, pero no precisamente al lado de alguien.
4. “Más huevos, menos esperanzas”: el secreto es siempre tener más "huevos" que esperanzas: no se ilusione, que la expectativa nunca sea mayor que la realidad. Esto es solo un pasatiempo. Si algo mejor resulta, dese por bien servida.
5. “Tragar todo, menos las mentiras”: el truco está en tragarse todo, menos las mentiras: aunque duela, a veces es mejor estar solo que pretender ser algo que no es. Si la situación les hace tanto daño, no se lo hagan más intentando ser algo que no será. Échele tierra, pero no más polvos.
6. La dualidad de nuestro ser: de “putas y santas” está lleno el mundo y todas las mujeres llevamos a ese par dentro, incluso los hombres, tener sexo casual no es sinónimo de “no valorarse”, su vida sexual no tiene nada que ver con su valor como personas.
7. El encanto del errar: tal vez no hay momentos correctos, ni hombres correctos, ni decisiones correctas, tal vez solo necesitamos vivir el presente y fornicar como si no existiera mañana. Eso sí, siempre con protección. No puede haber verdadero romance sino hay sexo de por medio, como lo he dicho anteriormente, algo muy bueno puede surgir de todo esto, el sexo puede ser la mejor recompensa.
8. “Tener siempre una sexy imaginación”: el sexo casual es una gran motivación para la higiene personal, no olvide tener siempre el cuerpo limpio y la mente muy, muy, muy sucia, o como dirían por ahí, “una sexy imaginación”. El aseo personal es la más importante de todas las cuestiones que realmente nos ponen nerviosos a todos a la hora del encuentro cuerpo a cuerpo. Con una buena higiene personal, nada los puede detener.
9. El sexo es más adictivo que la marihuana: si su compañero de cama es feo, bonito, pobre, rico, blanco, negro, hetero, gay o trans, no se avergüence de ello, por el contrario, vívalo con orgullo, pues al fin y al cabo, con las rodillas bien puestas sobre la tierra, esta persona está dispuesta a hacerle ver las estrellas.
10. La de arriba siempre es mejor: yo sé que a muchos hombres les gusta pensar con la cabeza de abajo, pero la arriba es mejor. Sáquele provecho. Tal vez pronto nos contagiemos de ébola y aún no sabemos si nos deseamos. No reprima sus más bajos instintos, al fin y al cabo, nos podemos alegrar la existencia.